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viernes, 14 de diciembre de 2012

Mermelada o confitura, ¿es lo mismo?

Recuerdo de pequeña, en veranos en que el peral o el ciruelo de la casa de mis abuelos eran generosos, mi abuelo se encerraba para preparar botes y botes de mermelada, que consumíamos durante todo el año en casa. Su sabor no puede compararse con ninguna mermelada que compramos en el supermercado. Hoy, mi abuela Concha sigue preparando confituras en casa, que me han acompañado en la maleta más de una vez. El otro día en la compra, nos surgió una duda. ¿Es lo mismo mermelada y confitura? Según la RAE, confitar consiste en "cubrir con un baño de azúcar las frutas o semillas para hacerlas más agradables al paladar". Mientras que, mermelada es una "conserva de membrillos o de otras frutas, con miel o azúcar".

Según algunos autores, puede que la diferencia se encuentre en que la mermelada requiere un contenido en fruta del 30%, y puede presentarse entera, triturada o troceada. Si el contenido aumenta hasta el 50%, hablamos de "mermelada extra".
Para preparar la confitura se utiliza la pulpa o puré de la fruta, en un contenido entre el 35 y el 45%. Además, la cantidad de azúcar empleada es superior que en las mermeladas.


Ingredientes:


. 1,5kg de fruta, hortaliza o frutos secos (melocotón, fresa, tomate, higos, castañas, zanahoria,...). De aquí, obtenemos la peptina (le da ese punto brillante a la mermelada),  por lo que la fruta debe estar en un punto óptimo de maduración.
. el zumo de un limón (para lograr acidificar el preparado)
. 2,25kg de azúcar moreno
. 15 tazas de agua




Elaboración:

Se lava bien la fruta, se deja secar y se pela (depende del tipo de fruta).

Se corta en cuadraditos y se pone en un caldero con el agua y el zumo de limón. Todo esto, a fuego bajo hasta que alcance el primer hervor. En este momento, bajamos el fuego, y lo mantenemos durante dos horas más. La fruta debe adquirir una consistencia blanda, y el agua debe reducirse, al menos, a la mitad. Añadimos el azúcar y vamos removiendo hasta que se disuelve.

Subimos el fuego para que la mermelada hierva y alcance su punto. Se deja que se enfríe a temperatura ambiente y que cuaje, durante al menos 30 minutos.

Presentación:

La mermelada se puede conservar durante meses en tarros tratados al baño maría. 




¡A comer!