Mostrando entradas con la etiqueta ciervo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ciervo. Mostrar todas las entradas

sábado, 21 de julio de 2012

Ciervo con Salsa de Mandarina

La convivencia con mi abuelo me ha llevado a experimentar con carnes que jamás llegué pensar a cocinar. La complejidad puede estar en conseguir el género, porque por lo demás la receta es muy poco laboriosa.
Las carnes de caza se caracterizan por un sabor fuerte, por lo que la mandarina lo suaviza y contrasta con  un toque cítrico. No es fácil de conseguir en las carnicerías, pero se puede encontrar envasada al vacío en determinados supermercados. 
Después de leer varias recetas en libros y webs, preparé mi propia versión. Espero que les guste.


Ingredientes:
. 1 pieza de carne de ciervo suficiente para el número de comensales (mejor en filetes o solomillo)
. 1 cebolla grande
. 4 mandarinas de zumo
. 2 mandarinas
. vino tinto (un vaso de los de agua puede ser suficiente)
. vinagre de vino blanco (un chorrito, al gusto)
. aceite de oliva
. agua
. 2 cucharadas de azúcar (de las de postre)
. sal, pimienta

Elaboración:

Lavamos las cuatro mandarinas de zumo, las rallamos y exprimimos. Preparamos una mezcla con el zumo de las mandarinas, la ralladura, el azúcar, el vinagre, vino, sal y pimienta, y reservamos.
Colocamos la carne de ciervo en un recipiente de cristal y lo cubrimos con la marinada anterior. Tapamos con papel transparentes y lo dejamos en la nevera hasta 24horas (es importante darle un par de vueltas a la carne en la marinada durante este tiempo, para que se empape bien). 
Al día siguiente, picamos la cebolla y la doramos bien con la carne en una sartén que luego podamos tapar  (darle vuelta en el aceite caliente es suficiente. No tiene que cocerse, sólo coger un poco de color). En ese momento, añadimos un vaso de agua y la marinada, tapamos y dejamos a fuego lento sin dejar que la salsa se consuma. 
Más o menos en quince o veinte minutos podemos tener la carne en su punto. En ese momento, separamos la salsa y la pasamos por la batidora. Se obtiene una salsa espesa muy sabrosa.

Presentación:
Pelamos las dos mandarinas restantes y separamos los gajos, que nos servirán para acompañar a la carne a modo de guarnición, junto con la salsa espesa. Una copa de buen vino tinto y....
¡A comer!