El otro día, entretenida en "Pinterest", descubrí este postre. Se trata de una especie de tarta con base de merengue. Sentí curiosidad por el nombre, y resulta que se debe a que era el favorito de la bailarina Anna Pávlova, y que su origen está en Nueva Zelanda o Australia, dependiendo de la bibliografía.
Lo preparé para llevar a casa de mi tía Conchi, y nos sorprendió lo crujiente y cremoso que es al mismo tiempo.
Ingredientes:
Para el merengue:
. las claras de 6 huevos a temperatura ambiente
. 540 gramos de azúcar glas
. 30 gramos de Maizena
. 1 cucharada sopera de vinagre de vino blanco
. 1 cucharadita de zumo de limón
. 1 pizca de sal
Para el relleno:
. 500 ml de nata para montar 35%
. 500 gramos de fresas
Elaboración:
La receta la realicé en dos pasos. La noche anterior, preparé las bases de merengue, y al día siguiente, dos horas antes de consumirla, el relleno, para que el merengue no perdiera consistencia.
El horno debe precalentarse a 175ºC. Mezclamos el azúcar glas y la Maizena y reservamos. Con ayuda de unas varillas, vamos a montar las claras, junto al zumo de limón (actúa como conservante del merengue) y la pizca de sal. Deben estar a punto de nieve, para comenzar a incorporar, muy poco a poco, y sin dejar de batir, la mezcla de azúcar y Maizena. Una vez ésta ha sido añadida por completo, seguimos batiendo durante ocho minutos más. El aspecto debe ser duro y brillante. Un poco antes de dejar de batir, añadimos el vinagre (será quién le de un aspecto aún más blanco al merengue).
En un papel vegetal de horno, los moldes circulares para las bases de merengue, donde lo extenderemos del centro a los bordes.
Introducimos los discos de merengue en el horno, en dos fases:
- 125ºC durante 30 minutos
- 100ºC durante 60 minutos
Transcurridos los 90 minutos, dejamos enfriar en el horno, sin abrir la puerta.
Al día siguiente, preparé el relleno. Elegí el de fresas con nata. Monté la nata, que estaba bien fría, añadiendo pequeñas cantidades de azúcar. A la nata añadimos las fresas picadas.
Presentación:
Colocamos una de las placas de merengue, y rellenamos con la mezcla de fresas con nata. Otra placa de merengue, otra vez la masa, y así hasta completarla. Para decorarla, calenté un poco de mermelada de fresa, y una vez diluida, con ayuda de una cuchara, la dejé caer a chorros sobre la tarta.
Después de probarla, pensé que se podría rellenar con una crema de limón, o chocolate. Es una receta muy polivalente, hipercalórica (cuidadito) y muy muy apetecible.
¡A comer!
